Cuando nos hemos despertado y hemos mirado por la ventana nos ha sorprendido una estampa de lo más navideña, todo estaba nevado! Para rememorar al niño que todos llevamos dentro (mi niña sale bastante a menudo en estas ocasiones) hemos ido a dar un paseo por la calle.
Todo el mundo habrá pensado lo mismo, porque estaba la calle llena de gente tirándose bolas y haciendo muñecos (bueno, bolas gigantes, por que en mi barrio, no sé por qué, los niños prefieren competir a ver quien hace el mejor megabolón y no le ponen cabeza...).
Aprovechando el nuevo material que me ofrecía el día, he querido dejar mi huella también. Aquí os dejo algunas fotografías para que veáis lo divertido que es y lo poco que se necesita para ser un poco niño de vez en cuando.
Comentad si os han gustado los muñecos o para explicarme qué hacéis para sacar al niño que tenéis dentro de vez en cuando.
Un abrazo